viernes, 17 de mayo de 2013

Nosotros

Pareciera que permanecemos estáticos mientras el mundo se mueve. Como pasan los años. De pronto nos damos cuenta de que ya no somos aquellos muchachos locos que jugaban a pintarle estrellas a la noche con la ropa en llamas y las manos fluorescentes, ya no guardamos cuentos bajo las ojeras ni aventuras suburbanas en las tardes de diluvio. Que queda de nosotros, si nuestra tripulación de sueños se ha reducido a una flotilla de náufragos  sin rumbo ni destino. Ya no bailamos epiléptica-mente para que todos piensen que estamos poseídos. Ya no viajamos al rededor del sol porque nuestras naves están abandonadas en algún lugar lejano en la memoria. Ya no encendemos esas naves, ¡que va!, ya no encendemos ni un fósforo. Ya no escribimos sobre jets de papel que nos atraviesen la cabeza. Ya no sabemos, ni nos sabemos. Ya no tenemos flores en los ojos, solo espinas en la lengua.