jueves, 27 de septiembre de 2012

Poeta espacial

Le escribí una carta al vaquero espacial, ese que siembra poemas en la luna viajando en espiral para jamás detenerse.

Sigo en espera de mi flotilla, le dije, las promesas son para cumplirse y mi mar esta ansioso por ser descubierto.

Sin ir y sin volver, lo nuestro depende de ondas satelitales, entonces enviaré un barco espacial que navegue por tus constelaciones.

martes, 18 de septiembre de 2012

Pensamientos felinos

Algunas relaciones no pueden ser comprendidas...

Entonces seamos incomprendidos para siempre.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Los idiotas

Seremos idiotas guardando un extraño silencio
Gestando una soledad tambaleante ante nuestros deseos originales
Pareciera estupido resistirse orgullosamente
No ordenando
Pidiendo un espacio donde estar
Seremos espejos retrovisores
Momentos especiales
Incendios melancólicos por orgasmos recorriendo toda area subyacente
Descifrando mensajes encriptados que solo nosotros comprendemos...

Eclipse

Espasmo surrealista telepático abriendo sombras
Amor urbano sobre esta nueva tormenta electrica
Pensemos en retratos obscenos
Seremos estupidos guardando un iluso momento otra semana
Colapso ocasional nunca esperado cuando todo avanza derritiendo ojos solares
Eclipse
Iris nocturno conociendo otras musas para reposar en nidos de ilusiones días o segundos.

Somos así..
Así somos...

domingo, 9 de septiembre de 2012

Guerra de palabras

Maullido explosivo
Gesto unico salvaje tornasol arritmico silencioso
Por efímera roja obsesion
Llueven ojos
Nubes usadas en saturno tocando rock organico
Navío osado
Para urgar entre deseos eléctricos
Sintiendo el resplandor.


Permanencia fugaz

Yo llegué corriendo, llorando... te busqué pero no estabas, me aislé del mundo entre 4 paredes, sentada en la silla fría del rincón, ahogando mis gritos, estallando por dentro.
No pasó mucho tiempo y de pronto estabas ahí, me preguntaste entre asustado y confundido que pasaba.
- Tres meses! Solo tres meses!
Te acercaste, me abrazaste, yo sentada, tu de pie, senti recostarme en tu abdomen, te agachaste y me diste un beso en la cabeza... un flashback me abordó: mi padre haciendo lo mismo a la hora de dormir. Me sentí protegida.
- Nunca sé que decir en estos casos, ¿quieres un pañuelo?
- Si, por favor.
Saliste corriendo, fugaz, y regresaste no con uno, sino con varios pañuelos.
- Gracias, ya me voy.
- Estas bien, ¿segura?, si necesitas algo aqui estoy.

Y así tu siempre estás mientras yo soy fugaz e intermitente...

1, 2, 3... Despierta.